El patrimonio de las empresas requiere una gestión adecuada y orientada a sus objetivos. Una necesidad de gestión de bienes patrimoniales totalmente ajena al tamaño de la organización. No importa el patrimonio o los recursos de los que se disponga. Siempre es conveniente organizarlos para sacarles el máximo provecho.
El patrimonio de las empresas requiere una gestión adecuada y orientada a sus objetivos. Una necesidad de gestión de bienes patrimoniales totalmente ajena al tamaño de la organización. No importa el patrimonio o los recursos de los que se disponga. Siempre es conveniente organizarlos para sacarles el máximo provecho.
El patrimonio de una empresa es algo demasiado importante para gestionarlo con el piloto automático. Esa no es la manera adecuada de protegerlo, maximizarlo y ponerlo a disposición de los objetivos empresariales concretos de cada compañía. En su lugar, es muy importante desarrollar una planificación muy detallada de la gestión patrimonial. Una planificación que considere los números actuales, los riesgos, las oportunidades y la proyección futura del patrimonio. Pero para eso debemos analizar muy a fondo.
Ofrecemos asesoramiento sobre las inversiones inmobiliarias que el cliente pueda llevar a cabo con objeto de ampliar o mejorar la rentabilidad de sus activos patrimoniales.
Y es precisamente en este punto donde radica nuestra diferencia y valor añadido, porque ofrecemos un servicio inmobiliario integral en el que, a través de nuestro equipo, desarrollamos trabajos de adecuación de los inmuebles industriales para las actividades que se destinen, ya sea obra nueva o rehabilitación.
Nos encargamos de rentabilizar inmuebles industriales mediante obras de mejora y conservación, análisis para optimizar la rentabilidad, así como de la redacción y renovación de contratos y la gestión de cobro de los alquileres.
Debemos analizar tres aspectos clave. En primer lugar, la situación financiera de la empresa. Este conocimiento será esencial a la hora de plantear una estrategia de gestión patrimonial. En segundo lugar, el conjunto de aspiraciones y expectativas de una empresa respecto a su propio patrimonio. Y, en tercer lugar, la variedad de herramientas de inversión disponibles en el mercado. Este último conocimiento lo ponemos nosotros. Los dos anteriores debemos trabajarlos juntos. ¿Te animas?